Nutriendo mejor nuestra vida

Ha pasado tiempo desde que hice un cambio de rumbo, explorando otras posibilidades en mi forma de vivir, hoy más liviana, caminando con más calma, creando y creyendo que voy por un sendero muy incierto, que me va sorprendiendo día a día, más entregada al fluir y a las sincronias del universo, aceptándome y mostrándome, entregando más de mí, de mi verdadero yo, aportando a otros y ayudando a ver lo que no se ve, facilitando procesos de crecimiento y de sanación de alma, nutriendo mejor sus vidas. Ha sido una hermosa tarea, experimentando una nueva forma de hacer mi trabajo, disfrutando de los regalos de la vida y trabajando mi fe, para que todo siga el curso necesario para hacer de mí un instrumento de ayuda para el bienestar. Y mientras tanto, vivo, aceptando mis sombras y reconociendo mis luces. Porque he aprendido que todo es incierto, todo es la ilusión de mi mente, que todo es un mientras tanto, y mientras tanto vivo, me conecto con mi cuerpo, mi mente, mis emociones y mi espíritu, para sentir la vida en todas sus dimensiones. Mi deseo de hoy es seguir recibiendo las sonrisas de los que pasan por mi camino y retribuirlas con servicio al florecimiento de sus vidas, desde mi corazón abierto a dar y recibir, sin límites ni juicios. Gracias por el ayer que me ha enseñado tantas cosas, gracias por el hoy que disfruto cuando estoy despierta y gracias por el mañana donde concreto mis sueños de hoy. Y así pasan los días, nutriéndome y nutriendo, para que los frutos que salgan de mi ser sean dulces y sabrosos. La invitación de cada día es nutrir el cuerpo con sana alimentación, con movimiento del cuerpo y con descanso placentero, nutrir las emociones con emociones positivas, nutrir nuestra mente con pensamientos e imágenes positivas, y nutrir nuestra alma con amor incondicional. Felices y nutritivos días.