domingo, 27 de mayo de 2012

Modelo del Proceso dinámico de desarrollo creciente en las organizaciones

Este modelo, pretende explicar cómo las organizaciones pueden enfrentarse a planificar su desarrollo, haciendo un análisis similar al modelo de competencias aplicado a las personas en las organizaciones, donde para cada cargo existe un perfil ideal, que se presume es aquel que se requiere para poder cumplir de mejor forma las funciones de ese cargo. Por otra parte, existe la evaluación del perfil real de las personas, que corresponde a las competencias con las que las personas realmente cuentan, que no necesariamente coinciden con el perfil ideal que ha definido la organización y en ese caso, se produce una brecha de competencias. Frente al análisis comparativo entre el perfil ideal y el perfil real para el desempeño del cargo, surge un diagnóstico de las competencias que constituyen una brecha para mejorar el perfil real, lo que da pie a las actividades necesarias para disminuir esta brecha, tales como acciones de capacitación y de desarrollo de habilidades para el mejor desempeño de su cargo.
Este modelo explica también cómo a través del desarrollo personal, basado tanto en las competencias técnicas (tales como conocimientos de algún tema general o específico, el manejo de alguna herramienta tecnológica, habilidades genéricas o específicas, etc.) que está asociado a lo que tradicionalmente conocemos como Capacitación Ocupacional, como en las competencias personales, relacionadas con el concepto de Automaestría Personal, que se asocia entre otros conocimientos a los que son presentados por Oscar Anzorena en su libro Maestría personal, donde se destaca la fortaleza, la consciencia y el autodominio emocional, así también, se asocia a conceptos como inteligencia espiritual, ser multidimensional, como variables claves para el desarrollo personal, de modo de generar un camino de liderazgo diferente en las personas, que con este trabajo personal¸ implica el inicio de un camino hacia nuestro interior, logrando sentirse capaces de tomar las riendas de sus vidas y vivenciar un autoliderazgo positivo y por consiguiente un impacto constructivo y expansivo en el desarrollo de las organizaciones. Las personas como las organizaciones pueden ir mejorando continuamente, tanto en el ámbito laboral como personal, por lo tanto, pueden ir generando en el tiempo un movimiento expansivo creciente en su perfil ideal, de acuerdo a las necesidades que vayan surgiendo desde la interacción con el entorno dinámico y cambiante. Por lo que, tanto personas como organizaciones es necesario que sean seres flexibles para responder a las nuevas necesidades y de este modo, ser capaces de responder de forma eficaz y eficiente en cada una de sus actividades de negocio. Otro modelo que surge como una alternativa para el trabajo de Automaestría Personal es el Modelo del Sistema Integrado de Autogestión (SIGA) que a través del autoconocimiento, el autocuidado, la autovalidación, la automotivación y el autodesarrollo permiten crear un desarrollo de las personas hacia un mejor ser, integrado, con claridad en su sentido de vida y disfrutando plenamente de sus procesos y experiencias personales, como oportunidades de aprendizaje para su evolución. Para el desarrollo de las organizaciones se presenta como alternativa el Modelo del Sistema de Gestión de Calidad de Vida (SGCV), que también incluye en su implementación la multidimensionalidad del ser organizacional.

Sistema Integrado de Autogestión

Sistema Integrado de Autogestión (SIGA) para el desarrollo de las personas y las organizaciones integra en el análisis del sí mismo las miradas de diversas culturas milenarias de oriente con las de occidente para cambios transformacionales en las personas y las organizaciones, como los seres vivos que son. El sistema SIGA comprende 5 grandes ámbitos, que permiten en forma integrada ir generando continuamente una Autogestión, donde soy responsable de mis decisiones hacia la dirección que quiero ir, produciendo la Autocreación consciente, como un círculo virtuoso expansivo:
1.- Autoconocimiento ( energético relacionado con los campos, chakras, meridianos, cultura maya, griega y romana, la geometría sagrada o sustentable en relación con el cosmos; la mirada de la relación con el cuerpo físico desde los estudios de Adriana Shnake (diálogos con el cuerpo), Arteterapia ( artes plásticas (mandalas), música ( cuencos de cuarzo), danza (Biodanza)), con el cuerpo emocional desde la mirada de Susana Bloch (Al alba de las emociones y la ontología del lenguaje), con el cuerpo mental desde la mirada de Deepack Chopra ( dime lo que piensas y te diré cómo estarás mañana), con el cuerpo espiritual desde la mirada de los aportes de diversas culturas, haciendo transversal en ellas el motor: el amor incondicional (la entrega desinteresada, con el objetivo superior de mejoramiento continuo de la creación universal ) 2.- Autocuidado (tomo consciencia de la importancia de mi cuidado personal en todos los ámbitos de mi vida, tanto personal como laboral) y realizo acciones que van en esa dirección, siendo conherente conmigo mismo, sin transgredirme y sembrando mi energía en aquello que es realmente significativo en mi vida, sin desperdiciarla, sin juicio y sin crítica frente a mi actuar ni al de los otros, acciones que me hacen sentir bien, feliz y realizado plenamente. 3.- Autovalidación (me reconozco capaz, identifico mis potencialidades, mis fortalezas, dejo de necesitar el reconocimiento externo y me fortalezco interiormente para enfrentar la vida con sus luces y sombras, administrando saludablemente mis emociones y mis relaciones conmigo y con los que me rodean. 4.- Automotivación (cuando sé quién soy o creo ser, cuando sé qué quiero y para dónde quiero ir, cuando sé qué me hace feliz, me muevo, me motivo hacia lo que es mi pasión) 5.- Autodesarrollo ( cuando aclaro quién soy y qué quiero, comienzo a tomar decisiones en las direcciones que me permitan crecer internamente), siembro las semillas que me permitan cosechar y florecer, despertar la energía interna y abrirnos a nuevas inquietudes y oportunidades para seguir creciendo. Se crea con este sistema un ciclo virtuoso de crecimiento personal, representado por un modelo simplificado de la realidad, a través de la implementación de un proceso personal consciente de crecimiento humano, que denomino de Autocreación consciente (mejoramiento continuo del ser que somos), desde el ser interno que evoluciona y sube peldaños en la escala de los grados de toma de consciencia que le permiten ampliar su mirada de la vida, en un entorno dinámico, como lo podemos ver en la Teoría de caos (orden armónico de la dinámica) y sistemas complejos o teorías de Marcial Losada con relación a las interacciones. Se combinan conceptos como: Gestión del sí mismo, automaestría personal ( Oscar Anzorena), autoliderazgo (en la variedad de alternativas presentadas por diversos autores en libros de Management), psicología positiva (Martin Selligman, Barbara Fredrikson y Marcial Losada), conectividad (Losada), la variedad de inteligencias descritas en el tiempo (cognitiva, emocional, social, asertiva, espiritual, etc. Como las que señala Neva Milicic), como temáticas que constituyen herramientas de apoyo para esta auto-creación, que se va gestando en interacción con el interior mágico de cada uno y su interacción con el entorno, en la medida que vamos tomando consciencia de quienes somos, cómo nos movemos en la vida y qué queremos de ella para nosotros, para sentirnos plenos y seguir indefinidamente construyendo el ser que queremos ser. Puedo decir que con el caminar de esta danza de conceptos cada uno se mira, se encuentra, encuentra las motivaciones reales que lo mueven, trabaja en ello, poniendo la energía en lo que le permite avanzar en su evolución, en su desarrollo energético personal u organizacional y con ello generar impacto colectivo. Este esquema puede aplicarse en los seres humanos y en las organizaciones, dado que ambos son seres vivos que están en constante movimiento y autocreación.