jueves, 7 de febrero de 2008

¿La vida te pasa?

La vida te pasa o tú llevas las riendas de tu vida, es una interesante pregunta para hacerle a nuestro ser interior. Muchas veces nos entristecemos y pasamos días con una gran pena en el corazón, abofeteándonos, quejándonos, golpeando paredes, dando patadas y lanzando cuanta mugre hay a nuestro alrededor sobre nosotros mismos y sobre los que nos rodean, reprochándole a la vida lo muy desdichada que es.
A veces nos sentimos responsables de las desgracias de otros y solidarizamos en los sentimientos de pesar de los demás, pero no de una forma honesta y desde fuera, sino más bien de una forma enfermiza, donde nos hacemos parte de los dolientes, sin tener arte ni parte en la situación. Es que a veces construimos una solidaridad con las emociones de otros que está mal, ya que nos hacemos parte de un problema, de una preocupación, de un dolor que no es nuestro. Eso no significa que nos limitemos a dar apoyo a otros o que demostremos nuestro pesar por el dolor de otros, lo que quiero decir es que debemos hacernos cargo de nuestros reales problemas y preocupaciones, y no de los de los demás. Cabe entonces también hacerse las siguientes preguntas: ¿vives tu vida o la vida de otros?, ¿hasta qué punto la vida de otros interfiere en la tuya, en tus decisiones, en tus sentimientos, en tus emociones y en tu forma de vivir la vida? ¿hasta qué punto los problemas de otros se transforman en tus problemas? ¿hasta qué punto quieres resolverle la vida a los demás? ¿hasta qué punto dejas que los demás impidan tu crecimiento personal? ¿hasta qué punto dejas que los demás tomen decisiones por ti? ¿cuáles son los miedos que te limitan a salir de la inercia de dejar que la vida te pase?
Piensa en la forma en que te expresas y obsérvate cómo hablas, cuántas veces dices “me pasó tal cosa”.
Deja de pensar en lo que te pasa y dedica más tiempo a pensar en lo que quieres para que eso pase. Cambia la frase por otra más proactiva como “hice tal cosa para lograr tal otra”, sé más amable contigo mismo, sé más positivo y creativo para generar la energía suficiente para que tu vida se llene de cosas buenas.
Recuerda que somos co-constructores de la vida. Sé responsable de tus actos y omisiones. Deja de entregar la responsabilidad de tu vida a otros y trabaja con la mente, el corazón y el espíritu en nuevos momentos, con fe y voluntad, deja de hacer que la vida te pase y sube al carro de la victoria, tomando las riendas de tu vida y dirigiendo a los caballos por el camino que más te agrade.


Karina Angélica Fredes Muñoz