sábado, 3 de marzo de 2012

El sentido de la educación


Llegó marzo...
Muchos niños en esta época del año que se aproxima el inicio de clases, se sienten tristes por tener que ir al colegio, estudiar y tener obligaciones que cumplir. Sin embargo, es tarea de padres, familiares y amigos, de cambiar los paradigmas de los niños que se sienten así, nutriendo de pensamientos positivos la educación y su potencial fortalecedor de sus espíritus y su vida en general.
Es bueno preguntarse ¿para qué nos educamos? ¿cuál es el sentido que le damos a la educación en nuestra vida? Muchas pueden ser las respuestas, que seguramente estarán relacionadas con las experiencias de fracaso o éxito que nos hemos relacionado en nuestra vida o las experiencias de nuestros ancestros, quienes nos han transmitido para bien o mal, sus temores, frustraciones o sus éxitos y aprendizajes con relación a la educación.
Independiente de la respuesta, la educación abre puertas a nuevas oportunidades, hacia aprendizajes que se van descubriendo, como un juego que nunca acaba, ya que al acceder a un nuevo conocimiento se abre un mundo nuevo y ese nuevo mundo lleva a otro mayor, dándose paso a un camino sin fin.
Incentivar a nuestros niños a estudiar, dándole un sentido más trascendente y positivo a la educación, es una tarea imprescindible si queremos que sean personas creativas, inquietas intelectualmente, útiles a la sociedad y para que se sientan personas completas, satisfechas consigo mismos por sus avances y logros.
La educación es la mejor herencia que podemos dejar a nuestros niños.