lunes, 10 de septiembre de 2007

Oración de aceptación

Altísimo Dios del Universo,
energía que ilumina a todos los cuerpos de luz
dispersos por la tierra y el cosmos,
envía a mi cuerpo los rayos de luz que necesito
para aclarar mi pensamiento,
para dar paz a mi corazón
y armonizar mi cuerpo.
Permite que mi mente sea la herramienta
que permita cumplir lo que el corazón siente
con la claridad de la aceptación de lo que es,
permíteme tener Fe en el plan divino,
caminar con tranquilidad,
sabiendo que lo que ocurra es perfecto
para mi desarrollo y evolución espiritual,
permíteme aplacar mis miedos
y mirar hacia adelante con optimismo,
permíteme encontrar la plenitud
y disfrutar de la vida con alegría.


Amén

Conciencia Organizacional

La organización es un ser vivo, que está en permanente cambio, es dinámica, es compleja. Alberga en ella a un grupo de individuos que se interrelacionan a diario y comparten una infinidad de situaciones, no pudiendo dejar de lado la mezcla, a veces enriquecedora a veces destructiva, propia de esta interacción.
El ser humano tiene una conciencia que evoluciona con el tiempo, al pasar de los años nos tornamos más atentos a lo que pasa a nuestro alrededor, no en vano nació el dicho más sabe el diablo por viejo que por diablo, y es que la sabiduría, que se construye con la suma de conocimientos más la experiencia, se desarrolla estando más atentos a lo que pasa con nosotros y nuestro entorno, sin prejuicios, sin críticas, con una mirada más constructiva, donde pueda enriquecerse la existencia con las vivencias del día a día, porque la esencia para mejorar la vida está en el aprendizaje.
Así como los seres humanos vamos aprendiendo, también las organizaciones van aprendiendo, es por ello, que debemos ser cuidadosos en la información que entregamos y en las señales que se transmiten hacia el interior de ellas, a través de las decisiones organizacionales, ya que de una u otra forma impactarán en las vidas de nuestros trabajadores y por consiguiente en la de sus familias, porque las organizaciones también son proveedoras y promotoras de valores, valores que conformar el espíritu organizacional.
Es así como promover el reconocimiento de las virtudes y/o habilidades de cada ser humano, como la fe en uno mismo, el buen desarrollo de la autoestima, la creatividad, la prudencia, la perseverancia, entre muchas otras; o identificar nuestros puntos débiles y los desaciertos que cometemos para aprender de ellos y no repetirlos; respetar la individualidad y la diversidad de cada integrante de la organización; promover y destacar más las cualidades positivas, las fortalezas, las habilidades laborales y personales, suele ser una buena práctica para poder mejorar las relaciones al interior de la organización. Todos necesitamos algún grado de reconocimiento y sentirnos valorados.
Aunque a veces parezca utópico de pensar, los seres humanos vinimos a vivir una experiencia terrenal donde se espera que sea grata para nosotros y que podamos disfrutarla y ser felices, pero a veces situaciones que se van viviendo en el día a día nos alejan de este objetivo inicial de la existencia. Sería interesante poder dejarle de herencia a las futuras generaciones de seres humanos y organizaciones, valores que sean constructivos de una sociedad que promueva en las personas actitudes que les permitan disfrutar de la vida, siendo más felices, pacientes y optimistas.
Les deseo que disfruten de la vida, más de lo simple y accesible, que de lo complejo y aparentemente inalcanzable.

Publicado en Revista de Asiva N° 107 de los meses de Octubre-Noviembre 2007.