viernes, 4 de julio de 2008

Hablar en positivo

Si somos observadores de nosotros mismos, de nuestro comportamiento, de nuestra forma de hablar y actuar, nos podremos dar cuenta cómo nos estamos relacionando con el universo y cómo estamos aportando a la armonía de nuestro planeta.
La vida está hecha de relaciones y nosotros, seres humanos, estamos permanentemente relacionándonos con otros seres vivos en el planeta, nos relacionamos con la naturaleza, que está de forma incondicional a nuestro servicio, nos relacionamos con nuestra familia, nuestros amigos, nuestros compañeros de trabajo, etc.
Nos estamos influenciando y afectando unos a otros constantemente, pero la duda es ¿de qué forma lo hacemos? Hagamos el ejercicio y observemos por algún tiempo cómo nos movemos en esta experiencia de vida. Puede ser que nos demos cuenta que en nuestro vocabulario abunda la sílaba “NO” a modo de negación (ojalá que no tengas problemas, qué bueno que no pasó esto, ten cuidado no te vaya a pasar algo malo, etc.) y en general palabras con una connotación más negativa, como pelear, reclamos, vicios, delito, problemas, conflicto, enfermedades, etc. Estamos permanentemente expuestos a este tipo de expresiones, a modo de advertencia, a modo de prohibición, dándonos una connotación más de víctima o bien fomentando nuestra autodefensa de mala forma o de una forma inadecuada para nuestro desarrollo personal, estamos rodeados de “No” que bloquean nuestro crecimiento.
Sin embargo, la sabiduría del universo nos enseña que nuestro enfoque debe ser en forma positiva y apreciativa de la vida, tanto así, que los mensajes que son recibidos por el universo son siempre en forma positiva, donde la palabra NO de nuestras frases es omitida. Es decir, que si nosotros pedimos que NO nos pase algo, estaremos pidiendo que justamente eso nos ocurra, porque el NO le es indiferente al universo. Por lo tanto, hay que estar más atento a lo que pedimos y cambiar nuestros paradigmas a formas de pensar más positivas, para que las energías se conjuguen y pueda llegar a nosotros más agrado que desagrado.
Es un tanto complejo poder revertir nuestra forma de relacionarnos desde las expresiones negativas a las positivas, ya que por una parte hemos tenido toda una historia, una educación y una formación personal, incluso profesional basadas en estas expresiones, pero si nos damos cuenta de que continuar con esto nos hará más dificultoso el camino hacia adelante, nunca es tarde para poder hacer el intento de cambiar nuestra forma de expresarnos.
Si antes decías para dar un buen deseo: que no te pase nada malo, ahora cambia tu forma de hablar y desea lo bueno, dí: que todo vaya bien y que tengas un buen día.
Hablar en positivo es muy saludable, reeduca tu mente y haz el esfuerzo de mejorar tu relación contigo y con los demás.
Que tengas una bella vida, llena de gozo y plenitud.